Analgésicos para perros
El dolor es en el mejor de los casos molesto y en el peor de los casos determinante para la vida. El dolor puede incluso ser una razón para la eutanasia. En las últimas décadas ha habido muchos avances en el campo del alivio del dolor, lo que ha dado lugar a una gran variedad de analgésicos y combinaciones de analgésicos disponibles hoy en día. Gracias a esto, el dolor en los perros se puede tratar cada vez mejor, de manera más específica y segura.
Dolor en el perro
El dolor indica que hay daño en el cuerpo o que este podría ocurrir, y tiene la función de prevenir más daño. Si mover una pata duele, el perro evitará hacerlo, lo que permitirá que la lesión sane más rápido. Si el dolor es intenso o persiste por mucho tiempo, afectará negativamente la calidad de vida y retrasará la recuperación.
Un perro puede tener dolor en cualquier parte de su cuerpo. Reconocer el dolor a veces puede ser difícil. Si un perro gime, llora o no quiere apoyar su pata, está claro que tiene dolor. Pero a menudo las señales son mucho más sutiles, lo que hace que el dolor se descubra tarde o que la rigidez al caminar de un perro con dolor por artrosis se atribuya simplemente a la vejez. Por eso es importante reconocer el dolor.
Tipos de analgésicos para perros
Al igual que para las personas, existen diferentes tipos de alivio del dolor para los perros. El veterinario selecciona el analgésico según el tipo de dolor, su gravedad, la ubicación y la condición de salud del perro. Todos los analgésicos para perros solo pueden ser recetados después de un examen clínico por parte del veterinario.
AINEs
El analgésico más utilizado en perros es el AINE, el antiinflamatorio no esteroideo. Este analgésico antiinflamatorio y antipirético generalmente se administra como la primera opción para tratar problemas en el sistema locomotor, después de una cirugía, en casos de inflamación, fiebre o heridas.
Los AINEs a menudo se administran por inyección en el veterinario y están disponibles en forma de tabletas o como líquido sabroso. También hay AINEs que solo necesitan administrarse una vez al mes.
Aunque los AINEs se utilizan mucho y muchos (especialmente los perros mayores) los toman de por vida, existe el riesgo de posibles efectos secundarios. Al igual que en los humanos, los AINEs pueden ser perjudiciales para el estómago. A veces, por eso se combinan con un antiácido. Se dice que algunos AINEs tienen menos probabilidades de causar efectos secundarios. No se deben administrar AINEs si un perro no come, vomita o tiene ciertas otras afecciones subyacentes. Tampoco deben combinarse con corticosteroides.
Otros analgésicos para perros
Además de los AINEs, también existen otros analgésicos disponibles para perros. Para el dolor abdominal, generalmente se administra una inyección para las náuseas, que también reduce el dolor abdominal. Además, la reducción de los cólicos o la estimulación del peristaltismo intestinal a veces contribuyen al tratamiento del dolor abdominal.
Durante o después de una cirugía, a menudo se utilizan opiáceos: analgésicos muy fuertes que también tienen un efecto sedante. Estos generalmente se administran solo por inyección en la clínica, pero también están disponibles en forma de parche o tabletas. Estos medicamentos también se usan si un perro tiene contraindicaciones para el uso de AINEs, como vómitos, falta de apetito o diarrea con sangre. También se combinan los opiáceos con AINEs en perros con dolor intenso, para quienes un AINE por sí solo no es suficiente.
Existen analgésicos especiales que a veces se administran en casos de dolor neurológico cuando otros analgésicos (solos) no son lo suficientemente efectivos. Desde hace algunos años, hay disponible un analgésico especial para perros con artrosis que se administra una vez al mes por inyección. Este analgésico bloquea la transmisión del estímulo del dolor al nervio y a menudo reduce el dolor de manera eficaz.
¿Se pueden administrar analgésicos para humanos a los perros?
Los analgésicos que se usan en humanos, como ibuprofeno, aspirina, diclofenaco y paracetamol NO deben administrarse a los perros. Algunos de estos analgésicos son muy peligrosos y pueden causar problemas graves en su perro. En algunos casos se usa paracetamol, pero solo bajo la recomendación de su veterinario y debe usarse solo por un corto período.
Otras medidas contra el dolor
Además de los analgésicos, existen otras medidas que se pueden tomar si su perro tiene dolor. El reposo, en muchos casos, tiene un efecto ‘curativo’. Está claro que en algunos casos es necesario eliminar la causa del dolor para que desaparezca. Una pata rota debe repararse, una herida suturarse, un absceso doloroso abrirse, limpiarse y tratarse con antibióticos.
En el caso de dolor por artrosis, es extremadamente importante combatir o prevenir el sobrepeso. Una alimentación especial como Sanimed Weight Reduction puede ayudar con esto. Adaptar el ejercicio y la fisioterapia también pueden ayudar a un perro con dolor en el sistema locomotor a moverse con más facilidad. Flexadin Advanced y Iso-Joint +Acute son suplementos que apoyan la salud de las articulaciones. Compresas calientes (o a veces frías) y un lugar cómodo para descansar también ayudan a su perro a recuperarse. A veces, su perro necesitará atención extra; otras veces, preferirá que lo dejen en paz.
Después de un tratamiento dental en el que se han extraído muelas, su perro puede preferir comida blanda temporalmente. Hay muchas medidas que se pueden tomar para que su perro con dolor esté lo más cómodo posible.
Ningún perro debería sufrir dolor, por lo que es importante que como propietario esté atento a las señales, a veces sutiles, del dolor en su perro. El veterinario determinará la causa del dolor y le recomendará el analgésico adecuado para su perro. Si tiene alguna pregunta sobre nuestros productos o sobre el dolor o la inflamación en su perro, póngase en contacto con nosotros.
